El peeling químico o exfoliación química es una técnica de tratamiento corporal no quirúrgica que consigue mejorar y suavizar la textura de la piel, habitualmente de la cara, mediante diferentes tipos de soluciones químicas que permiten regenerar una nueva piel más suave, luminosa y menos arrugada.
La toxina botulínica de tipo A, conocida como bótox, es un complejo neurotóxico que actúa relajando la musculatura, por tanto ideal para el tratamiento de arrugas faciales debidas a la expresión y mímica de la musculatura facial.
Tiene gran efectividad en las arrugas del entrecejo y la frente, las patas de gallo y eleva ligeramente las cejas, dando al rostro un aspecto más juvenil y relajado. También tiene utilidad en el exceso de sudoración, ayudando a mejorar la hiperhidrosis de palmas y axilas.
El uso de ácido hialurónico en los tratamientos de belleza se debe a que su principal propiedad es la de aumentar el volumen e hidratación de la piel, haciendo que ésta luzca mucho más tersa y radiante, reduciendo arrugas y flacidez.
La inyección se realizará en función de las necesidades de cada paciente. Las localizaciones habituales son pómulos, contorno y comisura labial, surcos nasogenianos y arrugas peribucales y perioculares.
La mesoterapia es un tratamiento médico no quirúrgico que emplea múltiples inyecciones de medicamentos farmacéuticos y homeopáticos, extractos de plantas, vitaminas y otros ingredientes en la grasa subcutánea.
Con la mesoterapia se fortalecen las fibras de elastina, se estimula la producción de colágeno, se combaten los radicales libres y se estimula la actividad celular. Se pueden esperar buenos resultados reduciendo líneas de expresión, mayor luminosidad de la piel apareciendo esta más firme, joven y sana.